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Una cola diferente
Una cola diferente. Quizás en las bibliotecas o centros de información no haya documento alguno que haga referencia, en cuánto; dónde, cómo y por qué se aseguraron las colas. Fenómeno universal y muy propio en los humanos y que no solo es dónde más se manifiesta por el hecho de resisitir el bloqueo económico y financiero de los Estados Unidos, injusta medida repudiada por el mundo y que se prolonga por más de 60 años.
Lo cierto es, que para adquirir productos y más ahora en tiempos de coronavirus, los habitantes de esta bella isla del caribe tienen que hacer largas e insoportables colas para poder llevar algo de alimentos o aseo personal a casa, para de alguna medida palear las múltiples carencias, una problemática actitud de la familia cubana, más allá de los injustos esfuerzos que hace la dirección del país y los gobiernos locales por enmendar o minimizar esa situación.
Una cola diferente y el accionar del Destacemnto de Apoyo Popular.
En busca de esa noble solución de evitar las aglomeraciones y nada fácil de resolver, se han adoptado medidas a lo largo y ancho del verde caimán y por supuesto Majibacoa no es la excepción. En la Tierra del Indio Bravo y a tono con la situación se constituyeron rcientemente los Destacamentos de Apoyo Popular, los que entre otros funcionarios tienen la misión de contribuir en la disciplina y organización de la población cuando por razones más que justificadas tienen que salir a la calle a resolver determinada gestión ¡Y es precisamente aquí lo de la cola diferente!
Casi justo en la llegada de los huevos normados por la libreta, hicieron acto de presencia Wilian Velázquez Quiala, Justina Quiala y Yunia Rodríguez, profesores de Educación Física, quienes apoyan como miembros del Destacamento de Apoyo Popular, organizaron a los consumidores en lo que ha venido a ser ¡una cola diferente!