La lucha contra bandidos constituye una epopeya sublime y patriótica librada por todo nuestro pueblo desde el mismo Triunfo de la Revolución, aquel 1ero de enero del año 1959, única de su tipo en este continente, por su esencia contenido y forma la que dio derechos y deberes a todos, sin distinción de razas, crencias religiosas y orígenes ¡inclusive de afiliación política!. Era la cristalización de los sueños de nuestro Jose Marí , quien planeó y pidió a los hombres de buena voluntad hacer una guerra breve, donde estuvieran unidos en un solo torrente los pinos nuevos y los viejos, con el noble objetivo de luchar para lograr el triunfo ”Con todos y para el bien de todos”
La lucha contra bandidos. Sueños y realidades.
Esos fueron los sueños y realidades, pero una vez derrotada la tiranía, los restos que quedaron de esta con la ayuda siempre y el apoyo logístico de todo tipo de los Estados Unidos y la CIA, más los mercenarios traidores, rasta cueros, desclazados y gusanos, hicieron todo lo posible y lo imposible también por derrotar a la naciente ¨Cubita la Bella¨, la misma que ya había hecho suya la consigna ¡Aquí no se rinde nadie! Y una palabra más fuerte, pero muy bien dicha en aquel combate histórico en Alegría de Pío.
Las bandas de alzados en contra de la Revolución proliferaron a lo largo y ancho del país, incontables y mostruosos crímenes. Hechos bandálicos cometidos por esos asesinos sin Patria ¡Pero no actuaron por siempre!. Caro fue el precio en vidas valiosas que tuvo que pagar este pequeño paíis por defender su libertad e independencia y tuvo fuerza, coraje, patriotismo, valentía, apoyo popular y convicción revolucionaria para enfrentarlos, cercarlos aniquilarlos y eliminarlos de forma convincente.
La lucha contra bandidos ahora en Revolución no se detiene.
Los tiempos han pasado, ya no hay bandidos en las lomas, ¡pero no han desaparacido! Hoy los nuevos bandidos que son tan o más dañinos que los de ayer, están mayormente en las ciudades y en menor medidas en los campos y no son difíciles de detectar ¿Quiénes son? ¡Muy sencillo! ¿Cómo nombrar a los coleros, acaparadores, intermediarios, revendedores y a quienes se dedican al trapicheo, al meroliqueo, en fin a explotar a los demás para vivir del sudor ajeno? ¡De que los hay, los hay! Y todos los conocemos, proliferan a lo largo y ancho del país y algunos de ellos se creen intocables y actúan a la luz pública, a la vista de todos. ¿Serán inmunes a nuestras leyes? ¿Estarán protegidos por fuerzas poderosas o personas influyentes? Cualquiera que sea el caso, ¡son bandidos como aquellos de los primeros años que querían derrotar la Revolución! En mi país las leyes no admiten privilegios ¡Ni nadie puede actuar al margen de ellas! La Revolución esta aquí y su pueblo también, pues entonces a organizar de nuevo la lucha contra bandidos, hoy en medio de una pandemia que amenaza toda la humanidad, prestigio, vergüenza moral, valor, patriorismo y leyes hay, para enfrentar, vencer y aniquilar a la nueva oleada bandidezca. Lo dijimos ayer y lo ratificamos hoy, ¡Aquí no se rinde nadie!
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