Con plena conciencia de que el enemigo esta vivo, que circula entre nosotros, que es todo un riesgo, a tal punto que puede contaminarnos a todos y hasta causar la muerte, no se escatiman recursos en el municipio de Majibacoa para enfrentar la COVID-19, lo que preocupa y ocupa a los dirigentes del territorio y al personal de la Salud. Esos que ajustados a sus valores y principios éticos, políticos, morales y humanos atienden a los pacientes sospechosos en el centro de aislamiento.
El centro.
Las condiciones constructivas y su ubicación en la geografía majibacoense hacen de la Escuela Especial ¨ 28 de enero¨ , ubicada en la localidad de Pérez, al norte de la ¨Tierra del Indio Bravo¨, el lugar idóneo para el centro de aislamiento donde hoy permanecen 28 pacientes y 22 acompañentes de igual cantidad de alumnos que resultaron contactos de un caso positivo, que se desempeña como maestra de 5to grado en el Seminternado ¨Combate de Arroyo Muerto¨, ubicado en la comunidad de Vivienda.
Con precaución y sin miedo.
Con esa voluntad laboran algo más de 10 compañeros en el centro de aislamiento, entre el personal de salud y apoyo, donde es común encontrar a especialistas y técnicos en distintas profesiones, realizando otras actividades y labores, siempre a partir del principio martiano de estar donde ¨es más útil y no donde se vive mejor¨. Entre ese colectivo se encuentran, el doctor Maikel Brito Domínguez, Director del centro, los también doctores Yaider Escobar Domínguez y Beatriz Oliver Mendoza, quiénes además de compartir la profesión también forman pareja en la vida cotidiana y en la denominada zona roja.
Más protagonistas.
A ese grupo de jóvenes de hoy y de siempre, también se suman la enfermera Mailín La Rosa Ávila, los fisioterapéutas Yanier Hernández Velázquez y Arian López Martínez, quiénes ahora se desempeñan como fumigador y pantrista por ese orden. Algo parecido experimenta la podóloga Yakeline Pérez Ramírez, quién con mucha responsalidad ahora se desempeña como auxiliar de limpieza, y asegura que es esta una experiencia muy singular en su vida.
A pesar de los pesares.
Todo el personal que labora en el centro de aislamiento de la COVID en la Escuela Especial ¨28 de enero¨ en Majibacoa expresa satisfacción por las condiciones para desempeñar su labor y aunque por medidas de seguridad no se pudo hablar directamente con pacientes y acompañantes, hay referencias de que todos afirman sentirse muy bien atendidos por los profesionales de la salud y el personal de apoyo, así como por las condiciones del local.
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