Ella y él, bien pueden llamarse Juana y Pedro, Maritza y Ramón, Niurka y José, o Dania y René. ¡Pero nada de eso! Sus verdaderos nombres son: Adriana y Manuel Alejandro, sus apellidos: ella es Domínguez Ramírez y él es González Téllez. Tanto Adriana como Manuel Alejandro viven en el poblado de Las Parras, ubicado bien al este de Majibacoa, uno de los 8 municipios de la provincia de Las Tunas.
¿Quiénes son?
Ella tiene 20 años, sueña con ser en el futuro una más del prestigioso ejército de batas blancas de “Cubita la Bella” y para ello cursa el segundo año en la facultad de Ciencias Médicas de Las Tunas Zoilo Marinello. Por su parte, él le aventaja con 6 años, tiene vencido el nivel universitario y es uno de los tantos profesionales formados por la Revolución, comprometidos con ella en la sagrada misión de defenderla al precio que sea necesario y en el terreno que sea.
Cosas que unen.
Jóvenes al fin, libres y preparados han decidido unir sus vidas y cultivar el amor. ¡Pero no solo eso! Ambos son formados por la Revolución, comprometidos con su obra y frutos de la época que les corresponde vivir. ¡En una palabra! Son jóvenes de estos tiempos. Además de estas cosas y otras más que les une, Adrina y Manuel Alejandro ya recibieron la tercera dosis del ensayo vacunal Abdala, algo que les hace sintir más inmunes, más seguros, más protegidos y confiados.
Inmunes, protegidos, seguros ¿Y por qué no, también de la vida? Ya se sienten en la “Tierra del Indio Bravo”, algo más de 1220 majibacoenses, quiénes pusieron voluntariamente su hombro para ser vacunados, sin distinción de raza, credos religiosos, afiliación política, inclinación sexual ¡Inclusive! Sea simpatizante o no con la Revolución y el socialismo.
Se generaliza el sentimiento.
En el municipio de Majibacoa, se trabaja con premura y firmeza en aras de crear las condiciones de dejar listos 43 locales que servirán como sitios clínicos donde serán imnunizados unos 7900 pacientes mayores de 60 años y considerados como vulnerables. Este proceso iniciará en los próximos días, tiene un carácter comunitario y constituye todo un éxito a partir de las condiciones de Cuba, país subdesarrollado, bloqueado económica, financiera y comerciarmente hace más de 60 años por la mayor potencia del mundo. Razones para seguir haciendo de cada vida una historia en Revolución.
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